miércoles, 27 de junio de 2012

La primera noche: Personajes míticos del rodaje. Volumen 1

Después de presentaros a los protagonistas de La primera noche, me apetece hacer un repaso del maravilloso equipo que hizo posible que llevásemos esta aventura a buen puerto. Como en (casi) todo rodaje hubo tensiones, malas caras, ganas de matar a alguien (algunas mutuas, otras insospechadas), pero en general, a pesar de la falta de tiempo y dinero, todo fue como la seda gracias a este equipazo, por lo tanto sólo tengo buenas palabras para ellos. Si queréis saber quién se acostó con quién, quién va de sobrao, quién es un rata o quién no se entera de la fiesta, aquí no lo vais a encontrar, ¿qué os habéis creído? Invitadme a una copa y os lo cuento todo.

María Rey, jefa de producción 
A Mery Crismas la conocí rodando El día que decidí matarme de mi amigo Salva Guerra, y desde el primer momento quise contar con ella para el corto que tenía pensado dirigir (no estaba claro todavía que fuese La primera noche), sensación que fue mutua, porque ella se subió al barco sin tampoco tener claro el destino, pero el capitán le daba buenas vibraciones. Su apoyo fue indispensable para llegar a hacer realidad esta historia. Desde las constantes revisiones de guión (es única para detectar si falta una coma o se te ha colado una letra de más), hasta las múltiples dudas y excusas baratas que yo mismo me ponía para no coger el toro por los cuernos, pasando por sus delirantes propuestas de casting (se me ha escapado una carcajada al escribir esto), María siempre estuvo ahí ayudándome a no desviarme del camino. Supongo que ella lamenta todavía más que yo el no haber podido estar a tope en la preproducción, por culpa/gracias a que estaba currando en la serie La Fuga, pero, por mucho que tuviera que comerme yo marrones de producción que no me tocaban, no se me olvida que sin su aliento incondicional previo no hubiera llegado a tener la oportunidad de comerme dichos marrones. Gracias por apostar por mí, amiga. A veces echo de menos nuestros interminables paseos a la luz de la luna, debatiendo sobre el amor. Pero supongo que el amor, ese maldito bastardo, no se merece que sigamos hablando de él…

Bruno Velasco, ayudante de dirección
Un monte perdido en Valencia. Un frío de cojones. Un jabalí enloquecido. Un Álex de la Iglesia mucho más enloquecido azuzando al jabato. Siete personas más en un habitáculo de cuatro metros cuadrados. Al chaval que graba el making of se le acaba la batería de la cámara. Álex se da cuenta. “O grabas esto o te crujo a hostias” (sic). “¡Pues crújeme, pero no tengo batería y de aquí no se puede salir!”. El primer ayudante de dirección se descojona observando la escena, el tercer ayudante de dirección pregunta dónde están las baterías. A los 30 segundos aparece con ellas, cuando debería haber tardado por lo menos 2 minutos. ¿A quién acudir si no cuando necesitaba un AD para La primera noche? A ese tercer ayudante (Bruno) que salvó la vida a ese operador de making of (el menda que esto escribe), claro.

En nuestro corto no había jabalís, el animal enloquecido era yo. Y Bruno llegó con el recambio perfecto de baterías. Se lo dije mil veces y se lo vuelvo a decir desde aquí: sin él no hubiera llegado, ni de broma, a la fecha de rodaje que me propuse. La preproducción fue bastante precipitada, pero Bruno llegó a mi casa con ese calendario de producción mítico (al que tengo tanto cariño que todavía tengo colgado en la pared) y me ayudó a organizar el caos que tenía en la cabeza, aportando mil ideas y soluciones. Muchos viajes en coche, muchas llamadas de teléfono, mucho hacer de psicólogo para el director. Creo que le volví la cabeza loca. Probablemente tuvo ganas de crujirme a hostias en algún momento, como el otro. No queda más remedio que perdonarle que sea Géminis… Puto Géminis, como él mismo dice. Gracias por salvarme la vida, una vez más.

Juan de Andrés, director de fotografía
María (la de tres párrafos más arriba) le pasó el guión del corto al (muy admirado por mí) director de fotografía Javier Salmones y éste nos recomendó a uno de los operadores de cámara de La Fuga. Me reuní con Juan y en el primer contacto me sentí muy cómodo, parecía que estábamos en la misma longitud de onda. Conforme fue comprobando lo reducido de nuestros medios, Juan fue desanimándose y esa coincidencia de criterios fue mermando. Pero se mantuvo firme en su compromiso y en nuestras innumerables reuniones de preproducción captó a la perfección el estilo que yo quería impregnarle al corto, lo que en rodaje facilitó el trabajo enormemente. No siempre estuvimos de acuerdo, pero al ver el resultado no puedo más que agradecerle todo lo que hizo. A pesar de nuestros más y nuestros menos, es de rigor reconocer que Juan me sacó las castañas del fuego en momentos críticos, momentos en los que por mi inexperiencia no di la talla como director. Sé que la falta de medios le causó muchísimos dolores de cabeza, tantos como a mí verle descontento. Me partía el alma, sin exagerar. Pero al final todo salió a pedir de boca. Es un excelente operador y le ha dado un plus de calidad al corto acojonante. Gracias a su labor no creo que nadie, absolutamente nadie, advierta el poco dinero que tuvimos para rodar. Además, tiene la sonrisa (masculina) más bonita del rodaje. Lástima no haberle visto sonreír más…

Igrey G. Maicas, decoración y supervisora de vestuario
Si con alguien fui injusto durante el rodaje fue con la dulce Alicia (que ese es su primer nombre, por el que todo el equipo la llamaba, y bien bonito que es). Hizo ella sola el trabajo de, por lo menos, tres personas. Nunca la veías sentada, todo lo contrario, siempre moviéndose, siempre con algo en la mano, sin parar de currar. Y no hay cosa que se agradezca más en un rodaje en el que se va escaso de tiempo y personal. ¿Y cómo se lo pagué, fundamentalmente los dos primeros días? Siendo un energúmeno que por un cruce de cables de tirano de tercera regional escogió al miembro más angelical del equipo para hacerle blanco de sus iras. Le pedí perdón en privado, en público y se lo vuelvo a pedir desde aquí. Lo siento, de verdad. Te lo digo decoración, digooo, de corazón. Si te han quedado ganas de repetir, yo estaré encantado de volver a contar contigo.

Esto es todo por hoy, amigos. ¡Pronto más perfiles antológicos del mítico equipo de La primera noche!

5 comentarios:

  1. Aunque salga Anónimo, soy Salva G. Es que no tengo perfil en blogger... Ojú, qué ganas de ver ya ese corto!!!

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  2. Esa sinceridad y esa humildad me parecen propias de un gran director!!! Y un gran director se define por su equipo, y se re-definecuando ese equipo repite con él, después de todo!

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    1. Gracias por tus palabras. Sólo he tratado de ser justo. Yo estoy dispuesto a repetir con el 90% del equipo, pero habrá que ver lo mutuo de ese porcentaje, jeje.

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  3. Sigue contandonos, aunque estas gentes no te pongan comentarios lo leen todo fijo, a escondidas, como los niños de las pelis con una linterna bajo las sábanas jajajaja
    Me gusta, mencanta, es muy interesante y no sólo para tus amigos o para los interesados. You know it's true.
    Sigue asín hermanito, eres grande, pero sigue creciendo plis.
    Besos

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